LA REVISTA EXTRAVAGANCIA

¡ En un torbellino de plumas, pedrería y lentejuelas, el Music Hall el Mirage presenta su nueva revista Extravagancia !

Este espectáculo tiene todos los ingredientes de la revista francesa tradicional : plumas, bellas bailarinas, trajes extraordinarios, increíbles cantantes y, por supuesto, el famoso French Cancán.

¿ Quién no se ha sentido nunca encantado por una melodía, un lugar, una personalidad ?

Nuestros 12 cantantes, bailarines y acróbatas le transportarán a universos cada vez más cautivadores.

Se declinarán todas las facetas de la fascinación; prepárese para un viaje en el tiempo, que tal vez reviva en usted la llama de sus más bellos recuerdos…

La pasión del escenario está en el corazón de nuestro espectáculo, combinando la tradición del music-hall y la modernidad de las últimas tecnologías, para un momento auténtico y sorprendente.

¡ Actuaciones artísticas, coreografías intensas y contemporáneas, trajes deslumbrantes y decorados fabulosos: ¡déjese fascinar por la nueva revista del Mirage !

PROGRAMACIÓN : Reserve en línea o póngase en contacto con nosotros


Cifras clave

  • 12 artistas en la escena
  • Más de 25 actos
  • 5 pantallas Led
  • 200m² de escena
  • Unos 200 trajes
  • Más de 350 metros de tela
  • Decenas de miles de cristales
  • 2h15 de espectáculo grandioso

Los decorados

Para su quinto aniversario, el Mirage se equipó con cinco pantallas de LED, que permiten proyectar un decorado virtual (pero realista) manteniendo una gran superficie escénica. Una serie de montajes de vídeo sumergen al público en un mundo inmersivo a lo largo del espectáculo.

Sin embargo, las nuevas tecnologías digitales no sustituyen por completo a los imponentes decorados. Estos últimos ocupan espacio en el escenario y requieren personal para manejarlos, pero dan una verdadera perspectiva a la imagen, destacando a los artistas y las luces ; pueden utilizarse como estructura fija o como soporte móvil.

El numero Sexy ilustra plenamente esta mezcla de géneros. Una proyección de vídeo permite una multitud de efectos visuales sobre las siluetas de las bailarinas, mientras que una gran estructura metálica con correas integradas sirve de soporte móvil, convirtiéndose en un elemento central de la coreografía.

Los tiempos de transición entre las distintas escenas son extremadamente cortos para mantener la dinámica del espectáculo, por eso deben ser cuidadosamente pensados el diseño y el almacenamiento de cada decorado. Deben ser impresionantes y instalarse rápidamente.

Los espectáculos del Mirage están concebidos para ser lo más completos posible, alternando entre nuevas tecnologías digitales y imponentes decorados, para el deleite del público que se ve transportado de un universo al otro en cuestión de segundos.

Los trajes

El Mirage tiene la suerte de poseer su propio taller de costura : 70m² de espacio, almacenamiento y materiales especialmente dedicados a la costura, permitiendo todas las fantasías.

Los trajes están hechos por los dedos de hada de la costurera del Music-Hall, ayudada por las manitas del Mirage. Ella es la que supervisa este inmenso trabajo de diseño, desde los bocetos hasta la representación final en la escena. Son necesarias horas y horas de trabajo para lograr el resultado deseado.

Primero imaginados por el director, los futuros trajes son representados en papel por la costurera, que luego propone diferentes bocetos. Una vez elegido el modelo, hay que comprar las telas (¡ y eso significa metros y metros de tela para vestir a los doce artistas que cambian de traje en cada numero !)

Luego llega el momento de diseñar los patrones, hacer los cortes, montar las telas y plancharlas. Una vez terminado el prototipo, hay que tomar las medidas y ajustarlas para cada artista. El traje está entonces terminado, o casi…

Finalmente, queda el último paso : la pedrería. En efecto, en la escena es impensable presentar un traje apagado y sin relieve ; debe brillar y despertar el asombro del público. Por eso, cada traje está finalmente decorado con cientos de pedrerías para que sea el centro de atención.

Es evidente : en la escena, los protagonistas deben brillar con mil luces. Los artistas de la compañía actúan así con trajes únicos hechos a medida.

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